Según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo del Día Internacional de los Mayores, en la actualidad, 700 millones de personas tienen más de 60 años, una cifra que aumentará rápidamente alcanzando los 2.000 millones en 2050, lo que supondrá el 20% de la población mundial.
Que los seres humanos lleguemos a vivir a edades tan avanzadas es, sin duda alguna, un éxito que se debe en buena medida al desarrollo de nuestros sistemas de salud, a la mejora en nuestras dietas y al aumento de la calidad de vida, pero también supone un reto para nuestras sociedades. Por ello es importante que seamos conscientes de la necesidad de planificar nuestra vejez, asegurándonos que podremos vivir de forma independiente, segura y sana.
Más allá de abrir un plan de pensiones para podernos sentir independientes económicamente cuando nos hagamos mayores, también debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente para poder tener un envejecimiento activo que nos permita seguir siendo independientes a una edad avanzada.
No existe una fórmula mágica para seguir manteniéndonos jóvenes, pero sí una serie de hábitos que nos ayudarán a envejecer mejor como llevar una dieta sana, realizar ejercicio al menos tres veces por semana, dormir bien y mantener una vida social activa que nos haga comunicarnos y mantener nuestras capacidades intelectuales ejercitadas. Sin olvidarnos, por supuesto, de realizarnos chequeos periódicos de salud. Todo ello hará que lleguemos a una edad avanzada en unas mejores condiciones.
Mantenernos independientes a partir de una cierta edad y con una reducción de algunas de nuestras capacidades, puede suponer recurrir a la ayuda de la tecnología, lo que nos permitirá vivir en nuestro hogar de forma segura sin necesidad de aumentar la carga de trabajo a nuestros familiares. Para ello, los servicios de teleasistencia son una gran herramienta ya que, más allá del típico dispositivo de alarma, suelen proporcionarnos toda una serie de periféricos que nos guardan de todo tipo de accidentes en el hogar, como incendios, inundaciones domésticas, escapes de gas, etcétera.