El pasado, 21 de septiembre, se celebró el Día Mundial del Alzhéimer, una enfermedad que padecen 1,2 millones de personas. Sin embargo, el número de afectados por la enfermedad aumenta a 4 millones de personas (aproximadamente el 10% de la población española) si incluimos a los cuidadores que también sufren las consecuencias de esta enfermedad, aunque de una manera diferente pero igual de dolorosa y que rondan los 3 millones.
El diagnostico precoz de la enfermedad es fundamental a la hora de combatirla ya que esto permite iniciar el tratamiento lo antes posible, ralentizando el avance de la enfermedad y el deterioro cognitivo. Sin embargo, según la Sociedad Española de Neurología, en España existe un «infradiagnóstico» ya que se calcula que aproximadamente entre el 30 y 40% de los casos no han sido diagnosticados adecuadamente, cifra que aumenta hasta el 80% en los casos leves.
Es por ello que muchos familiares se convierten en cuidadores de la noche a la mañana, lo que puede llegar a suponerles unos gastos de 31.000€ anuales y el abandono de su carrera profesional para dedicarse íntegramente al cuidado de sus familiares. Según el informe El cuidador en España, realizado por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzhéimer y otras Demencias (CEAFA), el 94% de los casos de alzhéimer es atendido en el entorno familiar. A pesar de que muchos cuidadores necesitan ayuda profesional, en España no existe un plan nacional que los apoye, por esto diferentes organizaciones llevan tiempo reclamando un plan nacional de lucha contra el alzhéimer y han querido poner el foco en la situación que genera a los cuidadores las consecuencias de esta enfermedad.
¿Cómo deben actuar las familias?
El diagnóstico del alzhéimer supone un gran golpe, no solo para el afectado, sino también para toda la familia, por lo que es importante saber cómo debemos actuar ante la enfermedad.
Según Cheles Cantabrana, presidenta de CEAFA, a la enfermedad hay que plantarle cara de una manera planificada: “un diagnóstico temprano y certero, una información eficaz, y una planificación adecuada minimizan el impacto de la enfermedad de Alzheimer en el paciente, en su familia y en el cuidador que asume el rol principal”.
“La familia debe saber que va a tener que enfrentarse a cuestiones sanitarias y a dificultades de todo tipo, y que hay respuesta para ello. Muchas de estas cuestiones encuentran solución en los servicios y prestaciones que se ofrecen desde las administraciones públicas”, afirma Cantabrana.
Pero lo más importante para Cantabrana es estar al lado del paciente durante todo el camino que supone esta enfermedad, dándole tranquilidad, cariño y los cuidados necesarios durante todo el proceso.
Por suerte, la lucha contra el alzhéimer continua y cada vez estamos más cerca de una posible cura, aunque queda mucho camino por andar. Desde Grupo Neat siempre hemos apostado por poner la tecnología al servicio de los cuidadores y por ello hemos desarrollado soluciones que facilitan la importante responsabilidad que estos ejercen.