Para el sector de la teleasistencia supone todo un reto su paso hacia la teleasistencia IP, todo un cambio tecnológico tanto para el usuario final, ampliando las posibilidades de los servicios de teleasistencia actuales fuera de sus hogares, como de sus cuidadores/familiares, que a partir de ahora podrán contar con un mayor nivel de información y control sobre sus mayores.
Al desafío de la necesaria estandarizarión de la teleasistencia en Europa le añadimos el reto de un nuevo modelo de teleasistencia que nos permite ofrecer la tecnología IP.
La inclusión de la tecnología IP al servicio de teleasistencia supone un nuevo paradigma en el concepto de prestación sociosanitaria individualizada y adaptada al entorno cambiante de la vida diaria de los usuarios. Es también una tecnología más segura, rápida y fiable que la analógica que incluye varias alternativas de comunicación para garantizar el servicio.


